Desde lejos no se ve.

La transparencia es tomada como una virtud. En la Argentina se dice que ser transparente es sinónimo de manos limpias, de impoluta alma. Es tan así el escenario, que hay una entidad internacional que la mide desde el año 1993. Divulga sus investigaciones, renkea los países según sus niveles de corrupción politica y de esa manera intenta luchar contra la podredumbre que mancha, por lo general, a la mayoría de los políticos del mundo.

La argentina no ha mejorado en este índice en los últimos años siempre se ha mantenido por debajo de la 90ª. posición.

Sin embargo en otro sesgo de la misma idea, se puede decir que hay una virtud de transparencia que ha crecido en los últimos meses. Que ha logrado un nivel de traslúcido tal, que muchos podrían asegurar que no esta, que no se ve.

La presidencia de CFK es así, transparente, casi como que no esta que no se la retiene. El 65% de los argentinos no recuerda alguna medida de gobierno tomada por la presidente. La mayoría de los argentinos no conoce cuales son sus ideas reales políticas y mucho menos creen que ella sea la encargada real del poder en la argentina. Se ha vuelto traslucida, sin fulgor. Se la ve bonita en la tele, se la ve agraciada en las fotos, pero no se la ve comandando las riendas de la argentina. Seguramente le debe resulta sencilla la tarea casi natural. Seguramente la experiencia, la practica de sus ministros, la debe ayudar a pasar esos momentos de duda con oficio y certeza. A ciencia cierta la mayoría de nosotros no entendemos la calidad institucional en la que estamos inmersos y por eso estas letras críticas.

En la argentina de hoy se puede gobernar en piloto automático. El reciente guiño al líder camionero le asegura a este gobierno una serenidad que le da aire y la innegable presidencia del justicialismo a cargo de Néstor, cubre cualquier intento de molestar a CFK en el ámbito político. La oposición inexistente, con una Carrió excéntrica y curiosa no se termina de afirmar nunca y sin figuras que puedan dar en el clavo de la inteligencia, estamos condenados a este contexto.

Los libros de historia la señalaran como la primera mujer elegida presidente de la argentina, la recordaran como una mujer entusiasta y de una gran verborragia. Poco más.

Humo del Bueno.