La necesidad de diferenciarse aun cuando lo que los une es el parecido ya sorprende a propio y extraños. Hoy en la ciudad de Buenos Aires hay dos marchas que buscan diferenciarse desde el discurso desde la confrontación. De un lado D’ellia con su mandato Kirchnerista de golpear escondiendo la mano el amo y del otro lado Blumberg, hoy enemigo del oficialismo debido a su reciente cercanía con Macri y de ahí el miedo del gobierno de que haya alguien mas que se candidatee bajo el paraguas de la lucha contra la inseguridad que el gobierno esconde con un dedo. Hasta hace no mucho la Argentina votaba las ideas de Blumberg como grandes ideas, como necesidades básicas y se lo recibía en la Rosada como un amigo con foto y abrazo. Tanto se puede cambiar en tan poco tiempo? El gobierno salio a golpear con la típica y oportuna campaña de prensa donde saca afiches de mal gusto comparando a Blumberg con golpistas. Que queda de D’ellia que hasta hace no mucho cortaba puentes, amenazaba gobiernos y que de pronto se volvió dócil y manipulado. La mano K se nota manejando la marioneta moviéndole los labios, llenándolo de palabras. No hay dudas que la Argentina necesita que la seguridad se convierta en una política de estado, en una fuerte, comprometida. Que haya dos plazas no ayuda, solo sigue con la política de división del gobierno. Siguen creyendo que si hay solo una figura peleando por una idea esta toma fuerza por eso dividir, pelear. Entonces el único que no divide sus ideas es el Presidente, entonces el Único sigue siendo El.
Humo.
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