Manotazo de ahogado.

El racismo mentiroso del consorcio K. El racismo como diferencia de lo que no tiene nombre, de todo aquello que aun no lograron y como excusa de un odio que no tiene merito alguno. El ex Presidente Kirchner agrego un nuevo insulto a la caterva de adjetivos calificativos que utiliza con todos los que no piensan exactamente como él desea. En estos momentos todos lo que no piensan como él son “racistas”. Según la RAE, esta palabra está referida a grupos étnicos; a una doctrina antropológica de persecución. ¿Donde es que lo persiguieron? En los 70 seguro que no, fue diríamos su época de oro donde hizo el dinero que le permitió comprar favores en su provincia y ser gobernador después. ¿Dónde fue que alguien le prohibió la entrada por su color de piel? Quizás considere el ser feo una virtud para llamarse perseguido. Sin dudas lo que salieron a perseguir fueron sus tropas de choque esas que arenga a poner lo que hay que poner. A triplicar a los Oligarcas golpistas con pandilla propia. Cada vez que se salió a la calle, él salió detrás de los que manifestaban. Siempre los corrió desde atrás. Los persiguió para tomar lo que consideraba se podía perder, la plaza, para el consorcio K, solo peronista. O las rutas, solo plausibles de corte si se es Persico o Delia. Ahora busca la lucha de clases. Intenta que los que menos tienen se enojen con los que si tienen aun si tienen por merito propio. Que el par de zapatillas que no tengo sea motivo de odio, que el auto que no puedo comprar sea el motivo por el cual puedo aborrecer. Busca que el esfuerzo del que tiene sea motivo de burla y diferenciación. El esfuerzo, no solo de trabajar, sino el de estudiar, de luchar contra el sueño porque tenés un final, un parcial y te levantas a las siete de la mañana. Ese ardor que permite alcanzar un mejor trabajo, una oportunidad mas, ese no tiene valor monetario, solo el de un futuro mejor. Para los K solo ser pobre es ser digno salvo para ellos y sus amigos de las empresas que compran YPF o similares. Solo pedir un plan trabajar es ser decoroso; siempre y cuando lo pida un puntero comprando voluntades.

Ahora se busca la pelea interna, la lucha entre compatriotas. Se genera rencor como palanca de fuerza, para alcanzar un objetivo que se sabe casi perdido. Se manotea cual ahogado, cual ahogado en la era K.