¿No es derecho de las personas el ganarse de la vida mientras no infrinjan ninguna ley? ¿Si a una persona le va bien debe rendir cuentas? En un país con libertad, se debería poder alcanzar el éxito máximo posible según las capacidades de las personas. Sin que se le quite lo ganado. Porque una persona que estudio y trabajo toda su vida o que sencillamente heredo el oficio de sus padres porque tiene una buena época o un buen momento, debe pagar por aquellos que no trabajan, ni estudian. Por aquellos que hacen de la lastima una empresa y encima desean vivir de la dadiva de los gobiernos populistas. No debería ser así. Si lo trabaje debería ser mío y no de otros porque regalar lo mío, regalar mi sudor y mi esfuerzo. Si no recuerdo mal, hay muchos grupos que concentran más riqueza y no se los toca, grupos que trabajan mucho menos que los “ricos del campo”. El consorcio K sigue dilapidando oportunidades, porque para decir lo que CFK dijo hoy en cadena nacional y poner el pie contra la puerta para que no insistan. Lo podría haber hecho hace 90 días y nos hubiéramos ahorrado tanto espacio en los diarios, tanto frío en el pecho de los que cortaron la ruta y tanta cacerola rota en las grandes urbes del País. Atizada por su marido que no le deja espacio para dar una mínima marcha atrás, Cristina se encuentra entra la espada y la pared y con el bonus track de la espada de Damocles colgando sobre su pelo batido. No imagino cual será la reacción del campo. ¿Dará batalla? ¿Se dejara caer ante la pasmosa idiosincrasia del gobierno? ¿No se ve luz alguna al final del túnel. ¿Habremos confundido la oscuridad donde estamos? ¿Será este un pozo y al no haber tocado fondo, nuestra imaginación optimista sigue imaginando un final feliz? Pocas respuestas para tantos interrogantes.
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