¿Utopias? ¿Aun?

En Diciembre del 2004, 12 países se reunieron en Cuzco para firmar una carta orgánica que uniera a Sudamérica en una solo bloque capaz de discutir y prevalecer por necesidades comunes. Hace casi 200 años se soñaba con un rey Inca que uniera a todos en una sola tierra capaz de asegurar la utilización de recursos desde la Patagonia a la cuenca del Orinoco. ¿Alguno duda del poderío sudamericano si todos pudiéramos compartir la enorme cantidad de recursos? Imaginemos el petróleo Venezolano, el gas de Bolivia, el cobre Chileno, las tierras cultivables, los minerales, la gente.

Sin dudas otro seria el cantar si los tiempos anteriores a estos hubieran sido menos turbulentos, menos violentos. Casi todos vivimos tiempos donde la política exterior era dictada por países que nos querían separados. Que apostaban a la confrontación, a los resquemores. Nos querían separados y durante décadas lo lograron. Es tiempo de unir esfuerzos. De evitar vanidades y trabajar en conjunto. De bogar por lo que los padres de nuestras patrias dieron su vida y sus ideales. Por aquello que soñaron San Martin y Belgrano, O´Higgins y Bolívar, Sucre y Artigas.

Tenemos una oportunidad de crear lazos duraderos, de peso específico y real, dinámicos. Presidentes con pensamientos similares, con economías beneficiadas por precios internacionales como nunca antes, un escenario que no ha sucedido en 200 años de historia.

La desigualdad es real, las diferencias también.

No perdamos de vista lo importante, el crecimiento sostenido de nuestros pueblos, la educación de las próximas generaciones, la valoración del tierra, de los recursos, el agua y las tradiciones. Cuidar lo que nos define nos permite ser diferentes incomparables, ser diferentes, esta vez, solo debe unirnos. Permitir despertar de aquel sueño, alcanzarlo en la realidad, romper con los paradigmas. Deshacer la utopía.

Humo del Bueno.